miércoles, 10 de octubre de 2012

Enfrente a su gigante

Seguramente alguno de ustedes se ha topado con este GRAN libro de Max Lucado: ENFRENTE A SUS GIGANTES. Y hoy me voy a adueñar de su titulo! :P La historia a la que nos lleva este título, es a la de David…

Hagamos una pequeña reseña histórica: Saúl, el primer rey de Israel, estaba en un tiempo de alejamiento de Dios; por lo tanto Dios decide sacarlo del trono (1 Sam 15.23) y darle la “titularidad” a David en ese puesto. David no empieza desde ese momento su reinado, pero Dios lo va metiendo de a poco (1 Sam 16.21-22) mostrando su voluntad. Durante ese tiempo, se decreta una batalla contra los Filisteos; pero con un desafío particular: el pequeño mastodonte de Goliat contra cualquier Israelita que quisiese enfrentarlo. Nadie se atreve, excepto…DAVID. El insignificante sabandija VS el Godzilla de la época. (Si hubiese habido una central de apuestas en ese entonces, los numeritos de David no se hubiesen vendido…se los aseguro) tenia TODAS LAS DE PERDER.

(1 Sam 17.16) “Goliat pasaba noche y día atemorizando al pueblo…”; así es SU Goliat. Eso contra lo que está luchando lo rodea, es su primer pensamiento en la mañana y su preocupación por las noches. Se apodera de sus relaciones, de sus sueños, de su devoción al ministerio… Y pasa a formar parte de su vida; es algo normal… y cada vez cae mas bajo, y mas bajo, y mas bajo... Se resigna ante su presencia. LO HACE MORDER EL POLVO! Pero, le pregunto, ¿Qué pasó con el que era antes? El luchador, el soñador. ¡VUELVA A LEVANTARSE! Póngase de pie y ENFRENTE A SU GIGANTE!!!!!! Hay una frase que me gusta mucho y dice: “Las batallas de arriba, se ganan debajo de rodillas.” VUELVA A HUMILLARSE DELANTE DE SU DIOS y declárese “…más que vencedor por medio de Aquel que lo amó!” (Romanos 8.37)

Dios no lo tiene dentro de Su pueblo de adorno, su vida tiene sentido y cobra un REAL sentido cuando el capitán de su vida es DIOS. Delante de su gigante piense como David, que no miró el tamaño de su problema o cuanto daño podría haber causado, sino que pudo decir “…mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos…” (17.45)

-No le digas a Dios cuan grande es tu problema…DILE A TU PROBLEMA CUAN GRANDE ES TU DIOS-

Escrito por: Josué Cot Milich

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