viernes, 18 de diciembre de 2015

El creyente también sufre

     Muchas veces eh oído predicar un Dios de sanidad, prosperidad económica y éxito. Lo cierto es que aquellas personas que se acercan a Dios por estas cosas no tienen más que un corazón interesado; y aunque lo hacen con FE, a la larga, abandonan la carrera ¿Porque? Porque cuando llegan los problemas reales, que la Biblia también refiere, se decepcionan de ese Dios del que les hablaron. El efecto adverso que esto produce no es a lo que quiero aludir, pero realmente es triste.
     La realidad es que Jesús nos lo deja claro en Su palabra: 

"En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." Juan 16:33

Qué fácil sería creer en Dios y mantenernos firmes en la carrera, y ¿Para qué un cielo si aquí todo fuera perfecto? 
   
   Lo distinto que tenemos de aquellos que no han creído, no es la solución a los problemas sino a nuestro corazón: ESPERANZA.
Tenemos esperanza por muchas razones:

          Propósito divino: "Puedes hacer todos los planes que quieras
pero el propósito del Señor prevalecerá." Proverbios 19:21 
          Soberanía de Dios sobre nuestra vida:  "Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos." Romanos 8:28
          Salvación y morada en el cielo: "En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?" Juan 14:2  
          La fidelidad de Dios: Podemos sostenernos en todo lo que mencioné porque 
"Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo." 2° Timoteo 2:13

  Si aún no gozas de esta verdadera bendición ante los problemas y sólo generan en tu corazón desánimo sin permitirte un crecimiento espiritual, es tiempo de reforzar nuestra fe y aprovechar este tiempo para perfeccionarnos:


"Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;  y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no averguenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado."  Romanos 5:3-5


"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna." Santiago 1:2-4

    Y conocer quien es Jesús, no quien prospera y sana solamente, sino quien venció al mundo y nos hace vencedores hoy por medio de Su victoria ¿Cómo? Regalándote vida eterna, la seguridad de cerrar los ojos aquí y abrirlos junto al Rey de Reyes.
   Él sufrió y padeció, incluso más de lo que podremos sufrir en toda una vida; pero continuó hacia su meta por amor, por amor al Padre, obedeció y cumplió Su voluntad, por amor a nosotros: Salvarnos del pecado y darnos esperanza. 

"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." Isaías 53:4-5

   Cuando la solución tarda (o nunca llega) no te olvides de que Dios sigue al control, cumpliendo el propósito para el que fuiste creado, y salvo; piensa en la recompensa de mantenerte fiel "en las malas".

"Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida." 2° Timoteo 4:8
   
  Que podamos el día de mañana decir lo que dijo el salmista: 

"Hubiera yo desmayado, si no creyese 
que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. 
Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová." Salmos 27:13-14


¡Dios te bendice!

No hay comentarios:

Publicar un comentario