Hay algo que muchas veces
descuidamos y olvidamos al estar tan atareados es que el diablo no
descansa nunca, y las cosas que mencione al principio no son poca cosa, a
la vista y con buenas intenciones no son malas, pero si nos detenemos a
pensar el las utiliza para su provecho y desviarnos de el veradero motivo y como hijos de Dios no debemos
dejar que esto pase.
Jesús nació hace más de 2 mil
años, y a Él debemos de recordar siempre, en Mateo 2:7 "Y dio a luz a su
primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre,
porque no había lugar para ellos en el mesón".
Es interesante como desde su
nacimiento ya no había lugar para El, terminó naciendo en un establo un
lugar en donde se usaba para que los animales y sus pastores que los
cuidaban descansarán allí, no es un lugar bonito ni mucho menos
agradable, era como se dice hoy, lo que había, además con la presión de
que el rey Herodes en ese entonces
había mandado un edicto de matar a todos los niños menores de 2 años.
Jesus desde pequeño estaba amenazado a no nacer a ser menospreciado pero así mismo se cumplió la profecía y nació.
"Porque
un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz". Isaías 9:6
Ademas no vino a nacer por nacer, él
no era un niñito más, era el Rey de Reyes, y vino para darnos vida
eterna, y como dice también la Biblia " Y llamaras su nombre Emanuel,
que traducido es Dios con nosotros.
En Navidad siempre se entrega
regalos pero recuerde que el mayor regalo es gratis y se llama Vida
eterna en Jesús, Él quiere habitar en nuestros corazones, quizás usted
está leyendo este post y ya tiene a Jesús en su corazón, pero familiares
y amigos todavía no lo conocen, y que bueno que en esta época pueda
utilizar su testimonio y compartirles de Cristo, a través de una tarjeta
o en la mesa comenzando por una oración, hay muchas maneras, y espero que pueda encontrar una para demostrarles el amor de Cristo.
Porque ya conocéis la gracia de
nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo
rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
2 Corintios 8:9
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