martes, 1 de diciembre de 2015

¡¡CUIDADO!! El enemigo nos ataca.



¿Quien nunca sufrió tentaciones en su vida?
Los cristianos somos el blanco del enemigo ya que a los del mundo los tiene atrapados. El busca en todo momento hacernos caer.
Incluso Jesús fue tentado por satanás.
"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."
Mateo 4:1-4
En estos versículos podemos ver que lo primero que ataca satanás es nuestra NECESIDAD.
Jesús paso 40 días sin comer, tenía hambre y ahí fue donde busco hacerlo caer. Lo mismo pasa con nosotros, va a buscar nuestra necesidad y nos va hacer caer por ese motivo.
Podemos estar pasando por un momento de soledad donde sentimos la necesidad de una compañia, y el diablo puede presentarnos a alguien que aparentemente es la persona ideal, pero seguramente no es lo que Dios tiene preparado para nosotros y puede ser el motivo para caer en fornicación (relaciones antes del matrimonio) o puede apartarnos de la iglesia. O quizás estamos justos de dinero, y nuestra necesidad es comprarnos esa remera o esas zapatilla que tanto nos gusta, y nuestra tentación puede ser robar. Y así hay miles de ejemplos más.
Para evitar esto, tenemos que entregarle nuestras necesidades a Dios; El nos conoce y va a saber suplirlas a su debido tiempo.
Pero el enemigo no solo ataca nuestra necesidad, si no también nuestra IDENTIDAD.
"Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
    A sus ángeles mandará acerca de ti, y,
    En sus manos te sostendrán,
    Para que no tropieces con tu pie en piedra.
Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios"
Mateo 4:5-7
Los cristianos podemos llegar a sufrir burlas o exclusión por el simple hecho de serlo. Nuestra identidad puede ser una gran puerta para las tentaciones.
A la edad de la adolescencia es mucho mas difícil tener una identidad clara; muchas veces por ser aceptados en un grupo terminamos haciendo cosas que no le agradan a Dios.
Difícilmente no caigamos en la tentación de fumar si nos juntamos con un grupo de amigos que fuman, tarde o temprano para encajar lo vamos a terminar haciendo. Por este motivo, cobra mucha importancia el grupo de amigos que tengamos o la gente que nos rodea. Nuestro entorno ayuda a forja nuestra identidad y por eso tenemos que ser bien conscientes de quiénes somos y a donde queremos llegar.
Nuestra identidad es algo muy valioso, si no sabemos quiénes somos, entonces no sabremos a donde vamos. Cuándo una persona sabe quién es, no tiene nada que probar ni demostrar a nadie.
Como Cristianos nacidos de nuevo por la fe en Jesucristo, tenemos una nueva identidad, un propósito, un destino.
Pero no solo somos tentados en nuestras necesidades, en nuestra identidad, también satanás quiere atacar nuestra ADORACIÓN.
"Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían." Mateo 4:8-11
Muchas veces podemos admirar o sentirnos identificados con un deportista, un cantante o actor. Y si no tenemos nuestras prioridades claras eso nos puede llevar a hacernos ídolos.
¿Qué es un ídolo? todo lo que ocupa el primer lugar de Dios en nuestra vida.
Esta muy bueno practicar un deporte, tocar un instrumento, o amar nuestro trabajo; pero cuanto esto se convierte en nuestra prioridad y dejamos de lado a Dios, estamos dejando que Satanás ataque nuestra adoración.
No tenemos que permitir que el rompa el orden de nuestras prioridades; En nuestra vida primero siempre tiene que estar Dios y después el resto, sin excepciones.

Para evitar que nuestro enemigo pueda atacar una de estas áreas de nuestra vida, cada día consagremos a Dios nuestras necesidades, nuestra identidad y adoración.

Bendiciones!!

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