lunes, 29 de septiembre de 2014

"...Y sabrán que yo soy Jehová."


"...Y sabrán que yo soy Jehová." 
Esta frase se repite en el libro de Ezequiel alrededor de 40 veces.
Los grandes personajes de la Biblia como Abraham, Moisés, Elías, Isaías, Ezequiel, David, Pedro, Pablo y Juan (sólo son unos cuantos ejemplos) hicieron cosas extraordinarias por y para Dios. Lo amaron y obedecieron mas allá de sus limites y hasta de sus propias fuerzas.
Cuando leemos sus historias, no podemos creer que hayan sido reales y pensamos que nosotros estamos muy lejos de hacer aunque sea un poco de lo que ellos hicieron.
Pero hay un denominador común en cada una de estas personas, y nosotros también podemos tenerlo.
Ellos habían tenido una revelación acerca de la persona de Dios. En formas de visiones, zarza que no se consumía, el resplandor de Su gloria, Su propia voz...
Tuvieron un conocimiento profundo y extraordinario del Señor de señores, y ese conocimiento los llevo a reconocer la santidad del Dios revelado y la inmundicia de sus propias vidas. Ante tal escenario sólo y tan sólo podían humillarse y quedar a su disposición para obedecerlo y amarlo.
Hoy Dios sigue tan interesado en que lo conozcamos como hace dos mil años atrás, y no necesariamente de la manera superficial en que lo conocemos.
Reflexioná en estas preguntas: ¿Vos vivirías y estarías dispuesto a morir por alguien a quien poco conoces? ¿Obedecerías incondicionalmente a alguien de quien escuchas hablar los sábados o domingos? ¿Amarías con todo tu ser a alguien a quien no conoces realmente?
¿Podés ver por qué Dios quiere que lo conozcas en profundidad?
Él anhela intensamente ser conocido por vos. Se deleite en que lo hagas.
Eso significa que tiene que haber algo más que el devocional diario que tenemos. Tiene que haber algo más que la reunión de jóvenes o la reunión del domingo. Tiene que haber algo mas que tu ministerio.
¡Si, hay algo más! Hay una relación constante y fluida que necesitamos cultivar. Esa es la manera mas importante a través de la cual Dios se va a dar a conocer, de una manera particular a nosotros. Intimidad.
Cuando lo conozcamos como aquellos hombres pudieron hacerlo, él nos va a utilizar para que otros lleguen a ese conocimiento de él; Cuando lo conozcamos así vamos a poder decir: "Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos." Romanos 14:8
Que Dios en su misericordia y gracia nos ayude a tener tal conocimiento de él.
Dios te bendiga! :)

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