sábado, 20 de septiembre de 2014

La oración de Eliezer

Porción bíblica: Génesis 24:1-16
Fue fascinante para mi, encontrar en un personaje del que se habla tan poco en La Biblia una enseñanza tan grande! Analicemos la oración de este siervo de Abraham, el más viejo... Eliezer.
Podemos ver a través de ella, la gran FE que tuvo en el Dios de su amo, en Nuestro Dios. Él no quería equivocarse, quería cumplir el mandato Abraham y hacerlo de la mejor manera posible; sabiendo que si Dios guiaba su búsqueda, iba a encontrar la mujer perfecta para Isaac. Esto denota la CONFIANZA que tenía en Jehová.
Pero lo que más me llama la atención de esta oración es lo DETALLADA que es:
Ya Abraham era viejo, bien avanzado en años; y Jehová había bendecido en todo a Abraham. 2 Dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, quien gobernaba todo lo que él tenía:
—Pon ahora tu mano debajo de mi muslo 3 y júrame por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito, 4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela a tomar mujer para mi hijo Isaac.
5 El criado le respondió:
—Quizá la mujer no quiera venir conmigo a esta tierra. ¿Debo, entonces, volver y llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?
6 Abraham le dijo:
—¡Cuidado con llevar allá a mi hijo! 7 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y que me habló y me juró, diciendo: “A tu descendencia daré esta tierra”, él enviará su ángel delante de ti, para que tú traigas de allá mujer para mi hijo. 8 Pero si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de mi juramento; solamente que no lleves allá a mi hijo. 9 Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham, su señor, y le juró sobre este negocio. 10 El criado tomó diez camellos de los de su señor, y se fue, no sin antes escoger toda clase de regalos de lo mejor que tenía su señor; se puso en camino y llegó a la ciudad de Nacor, en Mesopotamia. 11 Fuera de la ciudad hizo arrodillar a los camellos junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las muchachas a buscar agua. 12 Y dijo: «Jehová, Dios de mi señor Abraham, haz, te ruego, que hoy tenga yo un buen encuentro, y ten misericordia de mi señor Abraham. 13 Aquí estoy junto a la fuente de agua, cuando salen a buscar agua las hijas de los hombres de esta ciudad. 14 Sea, pues, que la muchacha a quien yo diga: “Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba”, y ella responda: “Bebe, y también daré de beber a tus camellos”, que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac. En esto conoceré que has hecho misericordia con mi señor.» 15 Aconteció que antes que él acabara de hablar, salió Rebeca con su cántaro sobre el hombro. Rebeca era hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham. 16 Esta muchacha era de aspecto muy hermoso y virgen, pues ningún hombre la había conocido; descendió a la fuente, llenó su cántaro, y se dispuso a regresar.

Eliezer le cuenta (a pesar de que Nuestro Dios Omnisciente ya sabe todo) cada cosa que hizo hasta llegar donde estaba, a la espera de las doncellas y en su oración habla con tal NATURALIDAD como si estuviese viendo o estuviese al lado de Dios mismo.
¿No es grandioso?
Dios respondió su oración al instante, conforme a Su voluntad, como Eliezer pidió.
Muchas veces, creemos que porque Dios ya sabe lo que sentimos, lo que necesitamos, lo que nos sucedió en nuestro día, remitimos nuestras oraciones sólo a unos pocos minutos, para pedir perdón, agradecer y pedir por algún motivo en especial, sin dar muchos detalles.
¿Que lugar estamos dando a Dios en nuestra vida? ¿Te pusiste a pensar en que la oración es tal vez lo más importante en tu vida? O al menos eso debería ser.
Cambiemos de hábitos, demos a Nuestro Creador y Salvador el lugar que merece...
Contale con detalles tu día, Él es el Mejor Amigo que podes tener, el que nunca falla y el que siempre responde, queriendo lo mejor para vos...
Juan 15:14-15 Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.  Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes.
¿Acaso a tu mejor amigo le ocultas algo de tu vida? ¿No es a él a quién pides consejos?
Dios es tu mejor consejero! Seamos más como Eliezer...
No te pierdas la oportunidad de gozar de estos privilegios que tenemos como hijos de Dios! Disfruta hablar con Él, dejarle tus cargas y detallar tus más grandes anhelos y deseos! Te garantizo que vas a sentir la PAZ de Dios. Filipenses 4:7 dice : Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Vas a forjar la mejor relación con quien te ama más que a nadie! Escrito por: Valu Logiovine

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