viernes, 12 de septiembre de 2014

Cansancio en el Servicio



 Al igual que una interferencia de sonidos, el cansancio nos afecta a la hora de servir.
Se pueden plantear miles de situaciones dependiendo de los objetivos y el contexto.

Es una realidad que muchas veces estemos bien espiritualmente para servir, pero vengamos acumulando horas de sueño o trabajo y eso se traduzca en fastidio y mal humor.
Hoy te invito a que juntos podamos identificar como actuamos bajo el cansancio.

Cuando uno se siente agotado es lógico que quiera un descanso o al menos solicite un poco de ayuda.
Hablando pura y exclusivamente del ministerio, muchas veces nos pasa que hacemos un gran esfuerzo para servir aunque el físico no tenga muchas ganas, y el gran empeño y la genuina motivación de servir a Dios se ven intervenidas por el enojo que nos causa vernos hacer todo el esfuerzo solitariamente, y demandamos un compromiso de los demás solo porque nosotros lo tenemos.
Es entonces cuando nos quejamos y tratamos de mala manera a nuestros hermanos.

En primera instancia hablaba de que hay que tener en cuenta los objetivos y el contexto.
Realmente cuando trabajamos con personas comprometidas, el cansancio no interviene ya que la tarea es compartida y se aligera la carga. E incluso la alegría de poder servir opaca al cansancio físico y el sueño.

Nuestro gran ejemplo es Cristo.

Cuando vea todo lo que se logró mediante su angustia, quedará satisfecho. Y a causa de lo que sufrió mi siervo justo hará posible que muchos sean contados entre los justos, porque él cargará con todos los pecados de ellos. Is. 53:11 (NTV)

Jesús tenia un objetivo claro: Salvar al Mundo. Lo dio todo porque sabia que era necesario.
En un momento, camino al monte de la calavera se ve un destello de piedad en los soldados y le ordenan a un hombre que se encontraba observando, que cargue por el resto del camino, la cruz que Jesús llevaba.
Estoy seguro de que si el cuerpo se lo hubiera permitido, Cristo sin quejarse la hubiera llevado hasta el lugar en donde iba a ser crucificado.
Otra cosa que el Mesías tenia muy definida es que lo hacia para agradar a Dios.

Cuando tenemos en cuenta estas cosas, y servimos de corazón vamos a lograr detectar las interferencias del cansancio, no importa que haga todo yo solo (aunque no es lo recomendable, pero debemos orar para que Dios envié obreros a su mies).

Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él. Col. 3:17 (NTV)

El apóstol Pablo lleva el desafío aun más allá.
Agradezcamos a Dios por tenernos por fieles en el ministerio y darnos el privilegio de servirle.

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