Pero en cuanto a mí, casi perdí el equilibrio; mis pies resbalaron y estuve a punto de caer,
porque envidiaba a los orgullosos cuando los veía prosperar a pesar de su maldad. Salmos 73:2-3
Las personas siempre fuimos de mirar y observar a los de alrededor, no tanto para interesarnos en ellos, sino para "admirar su prosperidad".
Muchas veces nos preguntamos¿ Cómo hizo para obtener esto o aquello? y este solo hecho hace que desee más la cosa. Eso se llama Envidia.
La envidia traé aparejado varias cosas, entre ellas: Engaño; ¿a qué me refiero? A que podemos llegar a creer una mentira custionarnos algunas cosas que deberían ser muy claras.
"¿Y qué sabe Dios? —preguntan —. ¿Acaso el Altísimo sabe lo que está pasando?
Miren a esos perversos: disfrutan de una vida fácil mientras sus riquezas se multiplican.
¿Conservé puro mi corazón en vano? ¿Me mantuve en inocencia sin ninguna razón?
En todo el día no consigo más que problemas; cada mañana me trae dolor.
Si yo realmente hubiera hablado a otros de esta manera, habría sido un traidor a tu pueblo.
Traté de entender por qué los malvados prosperan, ¡pero qué tarea tan difícil!
Si yo realmente hubiera hablado a otros de esta manera, habría sido un traidor a tu pueblo.
Traté de entender por qué los malvados prosperan, ¡pero qué tarea tan difícil!
Salmos 73: 11-16 (NTV)
¿Suena como sí tuviera razón y fuera verdad, no?
Pero no es así, no en vano buscamos y preservamos nuestra santidad.
Es muy frecuente que tengamos esta clase de pensamiento y creamos la mentira de que los demás "prosperan" haciendo maldad y no les pasa nada. Pero el salmista explica que fue el Encuentro con Dios, el encuentro con la Verdad, donde comprendio la realidad de las cosas.
"Entonces entré en tu santuario, oh Dios, y por fin entendí el destino de los perversos."
Salmos 73:17 (NTV)
Cuando nos acercamos a Dios con un corazón dispuesto a aprender, entendemos mejor las cosas, y el "sufrimiento" se convierte en Esperanza. "Conoceran la verdad y la verdad los hará libres. (Jn 8:32) "
Cuando la verdad se hace dueña de nuestra mente, nos damos cuenta de lo grande que es nuestro Dios y nos sentimos unos tontos, porque su conocimiento nos supera.
"Fui tan necio e ignorante, debo haberte parecido un animal sin entendimiento."
Salmos 73:22 (NTV)
Acepta hoy la verdad de que lo mejor que nos puede pasar es tener a Dios por Padre, y repetí junto con el salmista:
"En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de Dios! Hice al Soberano SEÑOR mi refugio, y a todos les contaré las maravillas que haces." (v28) (NTV)
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