“Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.” - 1 Pedro 5:8
Absalón es el perfecto ejemplo de todo lo que un padre NO QUISIERA TENER como hijo… por desgracia, el rey David corrió con la suerte de ser su padre.
Absalón es el perfecto ejemplo de todo lo que un padre NO QUISIERA TENER como hijo… por desgracia, el rey David corrió con la suerte de ser su padre.
Absalón fue un tipo mañoso, rebelde, demandante, desafiante,
insolente, falso, traicionero y hasta el asesino de su propio hermano… para
peor, fue un claro ejemplo de lo que el diablo hace en nuestras vidas.
Después de matar a su hermano Amnón, Absalón huye por tres
años de Israel. Su padre David lo extrañaba abundantemente, así que lo manda a
buscar. Luego de que Absalón vuelve, empieza con una gran ambición de ser Rey,
así que empieza a conspirar contra su padre como nos cuenta 2 Samuel 15:2-6
2 Y se levantaba
Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a
cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué
ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.
3 Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey.
4 Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia!
5 Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba.
6 De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.
3 Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey.
4 Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia!
5 Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba.
6 De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.
1ro: Se ponía en la puerta de la ciudad
esperando a los viajeros, a los que venían cansados. Se asesoraba que no sean
personas allegadas al Rey.
2do: Engañaba a la persona sobre la identidad de su padre (sobre su rol como Rey) haciéndoles creer que no se haría cargo y no prestaría especial atención a su problema.
3ro: Los hacía pensar que él, un tipo “justo”, ocuparía un mejor lugar como Rey.
4to: Les daba seguridad y el placer momentáneo: que el príncipe de Israel le besara la mano.
5to: Cuando la gente cedía, robaba sus corazones para formar un ejército y derrocar a David.
2do: Engañaba a la persona sobre la identidad de su padre (sobre su rol como Rey) haciéndoles creer que no se haría cargo y no prestaría especial atención a su problema.
3ro: Los hacía pensar que él, un tipo “justo”, ocuparía un mejor lugar como Rey.
4to: Les daba seguridad y el placer momentáneo: que el príncipe de Israel le besara la mano.
5to: Cuando la gente cedía, robaba sus corazones para formar un ejército y derrocar a David.
Como dice el versículo del encabezado, el diablo anda como
un león rugiente buscando a quién devorar… busca a los débiles, a los que no
conocen muy bien la naturaleza de su Dios y (como Absalón) a los que están
cansados del camino que vienen recorriendo.
Cuando estamos en esos momentos, el nos engaña vistiéndose de un ángel de luz (2Cor 11:14) y nos hace creer que Dios se olvidó de nosotros, que no prestará atención a nuestros problemas… diluye nuestra visión de lo que es Dios (Gen 3), NOS MIENTE (Juan 8:44)
Luego cuando caemos, cuando ponemos la confianza en lo que él nos dice y cedemos ante sus tentaciones… nos da un placer momentáneo, algo que nos hace sentir bien, algo que nos hace pensar que es justo lo que necesitábamos. Pero después se encarga de mostrarnos culpables, de marcarnos nuestro pecado y lo poco puros y santos que somos delante de Dios.
Cuando estamos en esos momentos, el nos engaña vistiéndose de un ángel de luz (2Cor 11:14) y nos hace creer que Dios se olvidó de nosotros, que no prestará atención a nuestros problemas… diluye nuestra visión de lo que es Dios (Gen 3), NOS MIENTE (Juan 8:44)
Luego cuando caemos, cuando ponemos la confianza en lo que él nos dice y cedemos ante sus tentaciones… nos da un placer momentáneo, algo que nos hace sentir bien, algo que nos hace pensar que es justo lo que necesitábamos. Pero después se encarga de mostrarnos culpables, de marcarnos nuestro pecado y lo poco puros y santos que somos delante de Dios.
El diablo, al igual que Absalón, busca robar el corazón del
pueblo de Dios… busca su propia gloria.
Como cristianos, armémonos con la armadura que Dios nos
provee (ver Efesios 6:13-18) y cuando sintamos que estamos pasando por un
valle, un problema, o simplemente estamos siendo tentados, vayamos a la Palabra
y podremos ver allí la verdadera naturaleza de un Dios misericordioso, justo y
amoroso… y no la que nos muestra el enemigo.
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el
poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar
firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre
y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de
las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes. EFESIOS 6:10-12
Escrito por: Josué Cot Milich
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