La Biblia dice que no hubo un rey como él ni antes ni después (2 Reyes 23:25)
Él fue bendecido porque siempre le fue fiel al Señor.
Aunque nos parezca ficticio éste personaje bíblico, demasiado impecable, fue una persona como nosotros. Y a decir verdad, puede que haya tenido las mismas, o mayores dificultades que las nuestras.
Pero, ¿sabés qué es lo maravilloso de esto? Que ninguna de esas cosas le impidió servir a Dios.
Su palabra nos cuenta que los padres de Josías desobedecieron al Señor, que adoraron ídolos paganos e hicieron lo malo ante sus ojos. (2 Crónicas 34: 21)
Al igual que Josías, puede que el lugar en el que te haya tocado vivir no se tenga en cuenta a Dios, pero la vida de éste rey, nos alienta a servirle a pesar de eso. Nuestro Papá Celestial nos va a dar la fuerza para vencer las adversidades que se nos presenten día a día. En medio de la oscuridad la luz del Señor puede brillar mucho más.
"…A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre" 2 Crónicas 34:2
Josías buscó la aprobación de Dios desde muy pequeño, al lado de él sí que hubiéramos sido unos grandulones. ¿Y decimos que todavía no estamos listos para trabajar en su obra? No importa, nuestra edad, nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para ofrecerle nuestra vida.
La Biblia también nos cuenta que el rey se entristeció mucho por los pecados del pueblo y que su corazón se arrepintió. (2 Crónicas 34:19)
Como seres humanos que somos, siempre vamos a caer en pecado, pero el Dios de amor nos recibe con los brazos abiertos para aceptar nuestro perdón.
Podemos servir al Señor aunque cometamos errores.
Dios te quiere decir, ¡Si podés!, a pesar de las condiciones en que te tocaron nacer, a pesar de que seas un simple joven, a pesar de tus equivocaciones, él también quiere decirte "te amo", y desea que VOS seas participe de su obra.
"Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va gastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza. Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa."
2 Corintios 4: 16-17 (TLA)
Querido Dios, danos las fuerzas para servirte a pesar de nuestras condiciones para que podamos recibir tu bendición, en tu nombre, Amén.
Escrito por: Yazmín Florit
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