miércoles, 25 de septiembre de 2013

Momentos Difíciles

“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” Romanos 8:28

En este último tiempo, me tocó vivir situaciones realmente dolorosas, e importantes, y me puse a pensar que porque Dios las permite… De seguro que a vos, que estás leyendo esto, también te pasan cosas malas o que te entristecen, o que te enojan. Muchas veces llegué a orar, preguntando el por qué de todas estas cosas. ¿Por qué me pasa a mi? ¿Por qué una noticia mala atrás de la otra? Y un sinfín de preguntas cuestionando la voluntad de Dios,  seguramente a vos te pasa lo mismo, y si no es orando, en algún momento del día te sale la famosa frase de “Porque todo me tiene que pasar a mi”.

Lo primero que te quiero decir es que muchas veces, Dios permite que sucedan cosas en nuestra vida, para probar la fe que tenemos en Él. Además si Dios deja que todas estas pruebas estén en nuestra vida no es para que nos tire abajo, si no que es para crecer. Si crecer. Crecer en espiritualidad, crecer como personas, crecer para poder ayudar a otros y lo más importante… Crecer para honrar a Dios.
 El Señor tiene un propósito para cada uno de nosotros. Cada ser de esta tierra no está en ella porque si. Cuando nos pasen cosas malas no le cuestiones a Dios el por qué de ellas, si no él para qué. ¿Para qué Dios permite que enfermes? ¿Para qué Dios permite que a veces las personas nos defrauden? ¿Por qué las personas nos abandonan? ¿Para qué Dios nos pone pruebas de cuanta fe tenemos en él? La mejor respuesta que se me ocurrió en todo este tiempo, es que por ahora no sabemos, pero más adelante nos daremos cuenta. Cuando empecemos a vivir confiados en Dios.
Si estas pasando un momento mal, pensá en esta pequeña reflexión…
Y no te olvides… “El sana a los quebrantados de corazón,
Y venda sus heridas.” Salmos 147:3



Escrito por: Lau Degiorgio

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