miércoles, 3 de abril de 2013

No quiero hacer lo que no quiero hacer, ¿qué hago?



¡Consejo!
Antes de leer esto, orá, pedile a Dios que hable a tu corazón, que puedas estar atento y seas sensible a su voz, para recibir lo que Él tenga para darte y decirte.

Pablo tenía un problema. Él le escribe esto a los Romanos:
“El problema está en mí, porque soy demasiado humano, un esclavo del pecado. Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio. Pero si yo sé que lo que hago está mal, eso demuestra que estoy de acuerdo con que la ley es buena. Entonces no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.
Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.
He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor. Así que ya ven: en mi mente de verdad quiero obedecer la ley de Dios, pero a causa de mi naturaleza pecaminosa, soy esclavo del pecado.” Rom. 7:15-25 (NTV)

Pablo estaba reconociendo que él tenía malas actitudes; que hacía cosas que no debía ni quería hacer. Malas, porque las comparaba con lo que Dios dice. Era un problema gigante: no quería tener esas actitudes, pero, ¡las tenía! Y no entendía bien por qué.

¿Alguna vez tuviste una actitud de la que te arrepentiste de haber tenido? ¿Reaccionás de maneras que no querés reaccionar ante algunas situaciones? ¿Querés hacer lo bueno, pero no te sale? Si estás en alguna de estas situaciones, podes llegar a entender a Pablo.
Yo lo entiendo. Muchas veces me quejo de las actitudes de los demás, pero muchas veces también me quejo de mis propias actitudes.
Hacer lo malo nos sale de adentro. Cuando estamos bajo presión, enojados, ansiosos, cansados, o de mal humor, lo más probable es que reaccionemos mal. ¿Por qué? Porque el mal está dentro nuestro ("la carne es débil", y no necesariamente ante las tentaciones); Pablo lo afirma, y nuestras reacciones y acciones son el reflejo de eso. Para nosotros hay esperanza, con Dios no terminamos siempre perdiendo, porque Él puede cambiar lo malo que hay en nosotros, por lo bueno que hay en Él. La Palabra de Dios lo dice:
“Porque, con la ayuda de Jesucristo, ustedes harán lo bueno, para que la gente alabe y honre a Dios.” Filipenses 1:11 (TLA)
¿Cómo? Hay algunas cosas que deberíamos saber…

1º: El cambio es de adentro para afuera. No busquemos cambiar por fuera sin antes buscar cambiar por dentro. La Biblia dice: “Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir” (Romanos 12:2). De lo que hay en nuestro corazón habla la boca; de lo que hay adentro nuestro, el estado en que se encuentra nuestro espíritu en relación a Dios, nacen nuestras acciones. ¿Cómo superar esto? En el salmo 119 el salmista dice así: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. Lo mejor que podemos hacer es atesorar la Palabra de Dios adentro nuestro. Así alimentamos y nutrimos el Espíritu, para que éste de su fruto (amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio). Acordate de esto: El Carácter no se cambia, se controla. ¿Cómo se controla? Como lo mencionaba antes, atesorando la Palabra de Dios, eso va a alimentar el Espíritu Santo y como fruto va a dar buenas actitudes.
Además: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2º Tim. 3:15-16)
Su palabra nos ayuda en toda circunstancia.

2º: Pablo termina diciendo así:
“¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte?
¡GRACIAS A DIOS! LA RESPUESTA ESTÁ EN JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.” :D


Dios quiere que reconozcamos que somos pecadores; porque eso por un lado nos hace reconocer que lo necesitamos a Él. Pero eso no termina ahí. Dios también quiere que sepas que eso tiene solución. “La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor”. Cuando pensás que ‘nunca vas a cambiar’, que ya ‘no tenés remedio’; estás errando. Dios puede y quiere cambiar eso, Él te ama tal cual sos, pero no quiere dejarte así. Recorda esto: Él nos AMA.
No estás solo. Es un equipo. Vos y Dios. Deja que su gracia, su corrección amorosa, y tu corazón dispuesto a que Él trabaje, transformen y moldeen a Su manera.
Algo clave para que podamos lograr esto, es lo que dice esta canción:
“Yo quiero más de Ti, y habitar en Tu presencia. Menguar para que crezcas Tú, y cada día ser más como Tú. Quebranta mi corazón, quebranta mi vida. Te entrego mi voluntad a Ti. Todo lo que soy, Señor, todo cuanto tengo es tuyo. Yo quiero menguar para que crezcas Tú.”

Y otra canción dice así:
“Te necesito, para que ablandes mi corazón, para que me quebrantes. Te necesito, para que abras mis ojos y pueda ver que estás moldeando mi vida. Todo lo que soy lo rindo a Ti...”

Te desafío a que puedas apropiarte de estas palabras, tal vez en oración le pidas a Dios estás cosas, y que con la ayuda de Jesucristo puedas hacer lo bueno, para que la gente alabe y honre a Dios. :)
¡Que Dios te bendiga!

Escrito por: Flor Usinger

3 comentarios:

  1. Gracias, hermano, Dios te bendiga.

    ResponderEliminar
  2. hola , quiero hacer lo correcto pero no entiendo algo, dios quiere que maduremos espirtualmente , debido a eso ,tengo k algn dia dejar todo por el o tengo k seguir trabajndo e ir a la iglesia como lo hago hoy en dia .....bendiciones ...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, no es muy clara tu pregunta, pero espero que esto te ayude.
      Madurar es un proceso, constante, y termina cuando Jesús venga a buscarnos (arrebatamiento). Dejar todo por Dios, es algo muy distinto a trabajar e ir a la iglesia. Aun así, "dejarlo todo" por Dios no significa que vayas a dejar tu trabajo para dedicarte por tiempo completo. Madurar espiritualmente te ayuda a tener una mayor comprensión de la voluntad de Dios para tu vida, cuanto más leas la Biblia y escuches su voz, y ores, más vas a crecer espiritualmente, más cerca vas a estar de Él y mayor compresión de las cosas vas a tener y así poder dominar aquello que hace que hagas lo malo, no sos vos es el Espíritu Santo quién crece a medida que te acercas a Dios y así puede controlar tus malos deseos.
      Espero que te ayude, Dios te bendiga. (cualquier duda también podes consultarnos en Facebook)

      Eliminar