Normalmente
cuando alguien nos avergüenza, nos mira feo, nos dice algo ofensivo o tiene
alguna actitud de desprecio hacia nosotros, nos sentimos mal, y heridos, muchas
veces hasta pasamos días deprimidos pensando en aquello que nos hicieron o dijeron…Eso
pasa porque le estamos dando un valor muy alto a esas ofensas que no valen
tanto!
Jesús
en su palabra nos enseña a no darle valor de más a aquellas cosas que vienen de
los demás con la intención de lastimarnos, El nos enseña a menospreciar el
oprobio.
“Menospreciar”
es darle menos valor a algo, “oprobio” significa vergüenza; cualquier cosa que
resulte una amenaza, un obstáculo. Uniendo los significados quedaría un
concepto más o menos así: dar poco valor a esos obstáculos que impiden que avances en
la carrera.
La
biblia dice que Jesús sufrió la cruz menospreciando el oprobio, le dio poco
valor a las ofensas, a los insultos y a la vergüenza, POR EL GOZO QUE LE
ESPERABA.
“Puesto los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a
la diestra del trono de Dios”.
Hebreos 12:2
En Mateo 21:15-17, Mateo 21:23-27, Mateo 22:15-22 y
Mateo 22:34-40 podemos ver como Jesús
le da poco valor a las malas intenciones de los maestros de la ley y los
fariseos al querer tenderle trampas, al criticarlo y al hacerle preguntas
innecesarias para que se confundiera.
En
el libro de David Greco “La carrera de los vencedores”, David le hace una
pregunta a un joven psicólogo, él le pregunta cómo podemos ser heridos por
otras personas, el joven le responde: “Nosotros no somos heridos; ninguna
persona puede herirnos; ninguna acción externa ¿Sabes lo que nos hiere? El
proceso mental, eso es lo que nos causan las heridas.”
Entonces podemos decir que somos heridos si
nosotros decidimos ser heridos. Todo depende del valor que le demos a las malas
intenciones de los demás.
No
pierdas tiempo pasando días pensando en aquello que te dijeron o hicieron,
seguí el ejemplo de Jesús, menosprecia el oprobio y puesto tus ojos en El seguí
adelante! Pensa en el gozo que te espera y no dejes que esos obstáculos eviten
que llegues a la meta!
“Así, pues, consideren
a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para
que no se cansen ni pierdan el ánimo.” Hebreos 12:3
Escrito por: Lizzy Esquivel
No hay comentarios:
Publicar un comentario