miércoles, 10 de abril de 2013

La vida es una carrera de resistencia




Hace unos 20 años atrás, comenzó esta historia. Natanael quien hoy tiene 24, a causa de una enfermedad en su cadera, pasó parte de su infancia a cuestas de unas pequeñas muletas, que le construyó su padre, y es que estas no venían en esa medida.
Pero esa no es la parte más emocionante de mi relato. La familia de este niño, confiaba plenamente en Dios, y dispuso la vida de Natanael en sus manos.

"¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor."
Santiago 5:14 (RVR)
Obedeciendo a este mandato los padres, encomendaron la vida del pequeño al Señor, y le pidieron a los ancianos de la iglesia que imitaran lo que dice este versículo.

La cura no fue instantánea, pero sin duda Dios obró en la vida de Natanael. Años más tarde él pudo dedicarse a la marcha atlética y llegó a ser premiado en torneos nacionales y hasta sudamericanos.
Al igual que la respuesta de Dios para con la enfermedad del niño, muchas veces Dios demora en contestar nuestras peticiones. Nuestra vida no es una carrera de velocidad, sino una carrera de resistencia, en la que paso a paso debemos confiar en nuestro Padre Celestial.

"¡Todas esas personas están a nuestro alrededor como testigos! Por eso debemos dejar de lado el pecado que es un estorbo, pues la vida es una carrera que exige resistencia."
Hebreos 12:1 (TLA)

Y como dice esta pequeña porción bíblica, no dejemos que nuestros pecados, nuestras ganas de hacer las cosas por nuestros propios medios y fuerzas, sean un obstáculo en nuestra carrera.
Al contrario, imitemos a esta familia, que depositó toda su fe en Dios, y así dejar que las demás personas vean todo lo que podemos lograr gracias a su poder.
No puedo prometerte, que en la vida nunca vas a cansarte o que nunca vas a fracasar. Pero si puedo prometerte, que Dios va a cumplir lo que dice su palabra.

 "El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas."
Isaías 40:29 (RVR)

Sin duda alguna, todos deseamos triunfar en esta carrera de resistencia llamada vida, pero nunca nos olvidemos, que nuestra meta es el cielo, así que los invito a correr como tales ciudadanos celestiales, siendo luz en la tierra.

" ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis."
1 Corintios 9:24 (RVR)

Este niño, que ya no es tan niño, es uno de mis tres hermanos. Un verdadero ejemplo para mí, y me recuerda diariamente que nunca quiero dejar de correr de la mano de Dios, el mejor entrenador, amigo y papá que podemos tener.

Escrito por: Yazmín Florit

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