Muchas veces podemos encontrar en la Biblia palabras drásticas o chocantes.
La razón es que para Dios o es Blanco o es Negro, no existen grises, para él la relatividad es solo una teoría, un suposición...
"Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu. Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz.Pues la naturaleza pecaminosa es enemiga de Dios siempre. Nunca obedeció las leyes de Dios y jamás lo hará. Por eso, los que todavía viven bajo el dominio de la naturaleza pecaminosa nunca pueden agradar a Dios." Rom. 8:5-8
Nos cuesta entender que ahora vivimos para Cristo, y que la manera que Dios propone para vivir (en el Espíritu) es la mejor que pueda haber.
La gente que no tiene a Cristo, piensa que seguir a Dios es atarse a un conjunto de reglas que están en contra de la "diversión" o "disfrutar la vida", y lo que no entienden es que lo que Dios propone es para nuestro bien, cuando irónicamente ellos siguen las reglas y normas del Estado, para vivir Mejor en sociedad. Les doy un ejemplo claro: Las avenidas tienen claramente delimitadas 2 carriles con direcciones opuestas, digamos que una hacia el Sur y otra hacia el Norte. Nadie que este cuerdo y con los patos en fila va a intentar ir hacia el sur en el carril que va para el norte, es obvio que el resultado va a ser trágico, "...permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte."
Mira lo que dice este Salmo: "Sin embargo, no pueden redimirse de la muerte pagándole un rescate a Dios. La redención no se consigue tan fácilmente, pues nadie podrá jamás pagar lo suficiente como para vivir para siempre y nunca ver la tumba." Salmos 49:7-9
Vivir no tiene precio, el costo inalcanzable para nosotros y Cristo lo pago para que podamos VIVIR y ETERNAMENTE.
Elegí Vivir para Dios, Elegí Vivir en el Espíritu.
Muchas Bendiciones.
Escrito por: Emiliano Cevallos
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