miércoles, 25 de junio de 2014

Nehemías




“Entonces le declaré como la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien."
Nehemías 2:18

Nehemías un copero del rey Artajerjes dice la historia que su corazón yacía triste debido a la cautividad de los judíos y a que la ciudad de Jerusalén estaba destruida.
Desde ese momento llevó esos pedidos en ayuno y oración, ya que sentía que debía hacer algo por ellos.

Llegó un momento en que su corazón estaba tan compungido que el mismo rey le pregunto a que se debía su preocupación.
Fue ahí que se cumplió la petición de Nehemías el copero del rey, ya que su autoridad le había concedido el pedido de viajar y reconstruir los muros del pueblo. (Esta es una introducción resumida de los capítulos 1 y 2, para ubicarnos en la historia de ese entonces.)

Pero me quiero detener más precisamente en el verso 18 del capítulo 2, Nehemías había llegado a la ciudad de destino a cumplir la misión, lo que impresiona es cuando dice, "Entonces le declaré como la mano de mi Dios había sido buena para conmigo", me pregunto si muchos de nosotros pudiéramos decir estas palabras, veo el calendario y estamos en el mes 6, Y mitad del año, increíble ya que es casi aproximadamente lo que tardo Nehemías hasta qué llego a Jerusalén, y que mejor ejemplo no?, siempre cuando uno empieza el año se propone metas a cumplir, objetivos, Nehemías tenía los suyos, hacía cuatro meses que venía de ayuno y oración desde que Dios puso en su corazón el deseo de ayudar.
Que mejor que esta mitad de año para empezar a revisarlos y ver cómo van, pienso en Nehemías y el para llegar a cumplir esa misión no le ha sido fácil, empezó nada más y nada menos que ayunando un gran principio también, tuvo momentos de preocupación como cualquier otro claro, pero sin duda con una fe inmensa. Mi deseo es que nos detengamos a pensar un poco en las increíbles maravillas de nuestro gran Dios hacía con nosotros,

“Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” Lamentaciones 3:23.

Cuantas veces como Nehemías tenemos deseos preocupaciones pero detenernos a pensar en sus obras es algo muy lindo, muchas veces no es fácil llegar a la meta, denota tiempo, cansancio, burlas como las sufrió Nehemías y sus colaboradores también, pero hacer una pausa y pensar en todo lo que ha hecho por nosotros desde su obra maravillosa en la cruz y hasta hoy, estoy segura que tenemos muchas bondades de nuestro gran Dios por agradecer.

Escrito por: Brenda Rojas

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