lunes, 23 de junio de 2014

EL CIELO ES PARA VALIENTES !




Si tú no le hablas al malvado ni le haces ver su mala conducta, para que siga viviendo ese 
malvado, morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte. En cambio, si tú se lo adviertes, y él no se arrepiente de su maldad ni de su mala conducta, morirá por causa de su pecado pero tú habrás salvado tu vida. Ezequiel 3-18.19

Si vemos de un principio el Señor le advirtió a los israelitas éstas palabras. 
Aplicándola hacia nosotros,  que Fuerte lo que el Señor nos dice, que GRAN RESPONSABILIDAD que nos deja.¡ Que Importante!  Demos a conocer la GRANDEZA DE NUESTRO DIOS, hablemos a los demás sabiendo lo que nos espera, no solo eso demostremos lo que Dios hace y sigue haciendo en nosotros. “Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (hechos 4:20)

Seremos rechazados, burlados, despreciados, pero seamos conscientes de que Jesús también lo  pasó. ¿Quién somos nosotros para no pasarlo?

“Y por todos a, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado” (2corintios 5:15). Su misma palabra lo dice, ya no vivimos para nosotros, sino para el que Dio la vida por cada uno de nosotros. Busquemos agradarle llevar su palabra sin miedo, El está con nosotros!  “Mira que te mando y que esfuerces y seas VALIENTE, no temas ni desmayes porque Jehová  tu Dios estará contigo adonde quieras que vayas”. (Josué 1.9)

Tenemos el privilegio de que Dios nos eligió y ser sus Hijos,  por algo estamos en este mundo, el privilegio de estarlo. Dios nos deja una responsabilidad que es: HABLAR DE ÉL, LLEVAR MAS GENTE A SU REINO.
al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17) Aprovechemos cada oportunidad que se nos da en el ámbito que estemos.

¿Estás dispuesto/a a cumplir esta gran responsabilidad que Dios nos da?

“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 pedro 2:21.)

Dios los guié y los bendiga!


Escrito por: Guillermina Pizarra

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