martes, 5 de febrero de 2013

LA FAMILIA PARA DIOS




La Familia desde su Génesis estuvo en el corazón de Dios. (Gen 2.18)
Su plan para la humanidad siempre tuvo el fundamento en la familia; podemos ver casos tales como Abraham, Moisés, José y hasta el propio Jesús que sin su base familiar hubiese sido difícil que lleguen a cumplir los propósitos increíbles de Dios para sus vidas.

Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor es uno.
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Estas palabras que hoy te mando cumplir estarán en tu corazón,
y se las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa,
y cuando vayas por el camino,
y  cuando te acuestes y cuando te levantes.
Las atarás en tu mano como una señal, y las pondrás entre tus ojos como frontales,
y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”
Dt 6.4-9
Dios estableció sus mandamientos para su pueblo; les hablaba a TODOS “Oye Israel…” no era para una persona en particular, sino para todo el pueblo. Y dentro de ese pueblo quería que la familia sea UNIDA EN SUS MANDAMIENTOS y que en esa UNIDAD crezca el amor  hacia El - “y se las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa”
 “El lugar más adecuado para pasar la bandera de la verdad de generación a generación como una carrera de postas es en el seno de la familia.”
Hoy  dentro de tu familia estas cumpliendo un rol: Hijo/a, nieto/a, padre, madre, abuelo, abuela, sobrino/a, etc…
Pero sea cual sea tu posición en tu familia, Dios quiere levantarte en PODER dentro de esa casa y que seas de ejemplo. Dios quiere que tu familia sea UNA en El. Pero el cambio empieza por VOS.
«Ninguna nación es mejor que la vida hogareña de su pueblo» (Fe Coolidge)
Muchas veces las iglesias y ministros están tan enfocados en las actividades eclesiásticas o en la evangelización que NO SE DAN CUENTA QUE LO QUE MAS MIRAN LA GENTE ES SU VIDA, Y SU VIDA EN FAMILIA!
«Hay quienes piensan que pueden ser cristianos y testigos auténticos, descuidando la piedad familiar, pero el amor al prójimo comienza con los de la propia casa. »
(Rolando Gutiérrez)
El amor que podamos demostrar en nuestras casas y dar a los de afuera, impactará mucho más que 1000 folletos y predicas al aire libre.
El reto de hoy es que te replantees como estás tratando con los de tu casa. Como estás siendo de influencia en tu propio hogar.
¿Están teniendo un “culto familiar” en tu casa, un tiempo solo para Dios en familia?
Si tu familia no es creyente, ¿Ven tu amor hacia ellos? ¿Impactas en ese pequeño mundo llamado: HOGAR?
 
Escrito por: Josué Cot
Colaboración: David Cot

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