“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré. Salmo 5:3.”
Y vos seguramente te preguntaras: Levantarse temprano y encima en vacaciones? porque no buscar a Dios a la tarde o a la noche antes de dormir?
Un pequeño párrafo en un libro me pareció interesante para responder a esas preguntas y dice: “Dirigiré mi oración como quien dirige una flecha y después de eso, levantaré la vista para ver si dio en el blanco. Cuando la oración se lanza en la mañana la vista permanece puesta en las cosas de arriba todo el día.”
No está mal buscar a Dios a la tarde ni a la noche, pero cuando lo buscamos desde temprano podemos hacer frente a las pruebas, problemas, y diferentes situaciones de todo el día, al levantarnos temprano vencemos con la pereza que nos quiere impedir hacerlo, y como decía el párrafo nuestra mirada permanece en las cosas de arriba para hacer durante todo el día su voluntad.
En la biblia también hay varios ejemplos de mucho madrugadores, quienes buscaron al Señor desde temprano y pudieron enfrentarse con las responsabilidades que se le presentaron. Moises se levantó temprano para edificar un altar a Dios (Exodo 24:4) Job se levantó temprano para ofrecer sacrificios (Job 1:5) David se levantaba temprano para orar (Salmo 119:147 , 57:8 , 88:13) Jacob se levantó temprano para adorar al Señor (Génesis 28:18) y por supuesto nuestro gran ejemplo, Jesús se levantaba temprano para orar (Marcos 1:35) .
El levantarse temprano parece difícil, a todos seguramente alguna vez nos costó o nos cuesta, pero después del esfuercito por haberlo hecho, podemos dar el siguiente pasó que es buscar a Dios y es ahí cuando podemos entregarle todo el día a El, saludarlo, pedirle que nos guíe y nos ayudé, estoy segura de que lo va a hacer, porque (agregando algunas palabras al título) al que madruga para buscar de Dios, El lo ayuda :)
Escrito por: Lizzy Esquivel
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