lunes, 4 de agosto de 2014

El peso de la Cruz.



Esta era una vez un hombre que quería seguir a Jesús y alcanzar a través de este servicio el Reino de los Cielos.
En un sueño profundo, aquel hombre quiso entrevistarse con Nuestro Señor, y le indicaron el camino del bosque. 
A poco andar encontró a Jesús y le expuso sus intenciones. Nuestro Señor lo miró con inmensa ternura, luego desprendió del suelo un árbol joven pero alto, y le dijo: 
"Recorre el camino de tu vida con esta cruz al hombro y así alcanzarás el Reino de los Cielos". El hombre inició su camino con gran entusiasmo y lleno de buenas intenciones, pero rápidamente cayó en cuenta que la carga era demasiado pesada y lo obligaba a un paso lento y en algunos momentos doloroso.
En una de las oportunidades en que se dispuso a descansar se le apareció el enemigo (satanás), quien le regalo un hacha, ofreciéndosela convincentemente sin condiciones. El la aceptó, pensando que cargarla no constituía un mayor esfuerzo y considerándola una herramienta de mucha utilidad en su cada vez más difícil camino. 
Pasó el tiempo y el hombre mantenía su propósito, aunque nublado por el cansancio y angustiado por la lentitud de su marcha. Entonces, bajo otra forma, volvió a aparecer el enemigo y, aparentando buena disposición de ayuda, lo convence de usar el hacha para recortar un poco las ramas. ¡Que distinta se sentía la carga, que sensación tan agradable experimento el hombre al reducirla! 
Al pasar algún tiempo, volvió a sufrir el peso agobiante de su cruz y pensó que si recortara otro poco la carga no cambiaría en nada su gran misión y más aún, con ello apresuraría su llegada al encuentro con Jesús; así que volvió a usar su hacha. 
De allí en adelante continuaron los recortes, hasta que el árbol se transformó en una hermosa cruz preciosamente tallada que colgaba de su cuello y causaba la admiración de todos. La cruz no tardó en convertirse en una moda, luego vino la fama y el reconocimiento, y adicionalmente un caminar de gacela hasta el Reino de los Cielos. 
Alcanzado el final del camino el hombre muere. En medio del esplendor celestial, distingue un hermoso castillo, desde una de cuyas torres Jesús en Gloria y Majestad se dispone a recibirlo. 
El hombre dice:
"Señor, he esperado mucho tiempo este momento. Señálame la entrada." Jesús le responde: "Hijo, para entrar al Reino deberás subir hasta donde estoy, usando el árbol que te entregue cuando iniciaste el camino hacia mí." 
El hombre lleno de vergüenza reconoció haberlo destruido y lloro amargamente su error. Despertó entonces de su profundo sueño, y agradecido con el Señor, regresó al bosque aquel para tomar su cruz y llevarla entera al Reino de los Cielos. 



Basándonos en Lucas 9:23-25
"Dirigiéndose a todos, declaró:
Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me SIGA".

Reconocemos que seguir  a Dios, no es fácil, porque vivimos en constante tentaciones, rechazos, dolores y demás. Pero Dios nunca dijo que la vida aquí en este mundo sería fácil… pero es seguro que tenemos una vida llena de felicidad y propósitos.
Llevemos la Cruz de Jesús en donde estemos, busquémoslo en cada dificultad, Él la llevo por nosotros que no merecíamos nada!  Hizo todo por cada uno de nosotros, seamos conscientes de cada día, que cada pensamiento, cada actuar, cada decisión, sea consultada a ÉL y para agradarle a Él.
Todos somos transformados por la gracia de Dios si realmente lo recibimos de todo corazón, y Él pide que dejemos cosas, que seamos obedientes, que amemos, que respetemos, que valoremos, que cambiemos todo nuestro carácter siempre obviamente Con ayuda de Él, si realmente tomamos esa decisión es TOMAR LA CRUZ DE JESUS Y SEGUIRLO. Pasaremos por tristezas, soledad, engaños, se paramientos, rechazo… pero sepamos que Su presencia esta en continuo en nosotros, es maravilloso estar cerca de Él, ¡Su gloria es inexplicable!,¡ su gracia es abundante!, Con Él se puede llevar gozosa la cruz de la vida eterna, Sepamos también que cerca de Él, tenemos una vida gozosa, con propósitos, y que somos UNICOS delante de Dios!  El transforma, Él te llena, Él te guarda, Él te da paz, Te ama y Quiere lo mejor para sus Hijos! Nunca te dejará solo/a. 

"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes- afirma el SEÑOR-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza". (Jeremías 29:11)
Llevar la cruz de Jesús es una responsabilidad en donde tenemos que siempre consultar a Él Y Confiar.
El enemigo querrá siempre ponernos en duda de cosas, de siempre hacernos caer en tentaciones pero sepamos que…
“...mayor es el que está en vosotros [Cristo], que el que está en el mundo [satanás] (1juan 4:4)

  • ¿Aceptamos nuestra cruz o frente al sufrimiento preguntamos a Dios, por qué a mí? ¿No sería mejor preguntarnos, para qué, y darle así un verdadero sentido a nuestra cruz?
  • ¿Llevamos nuestra cruz con alegría?
Los desafio ésta semana empezar a llevar la cruz de Jesús en nosotros! :) 

 Dios los bendiga!

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