En este pasaje, Juan habla de uno de sus temas favoritos. El quiere que sigamos al Verbo y que nos convirtamos en discípulos de Jesús; un discípulo puede definirse como una persona que se dedica a seguir a un maestro y aprender de él continuamente.
Juan explica que aquél que afirme tener una relación con
Dios a través de Jesús pero que con su vida muestre lo contrario, es un
mentiroso (versículo 4). Hubo, hace un tiempo, el caso de un hombre que se
contactó con los familiares de dos personas desaparecidas, diciendo que tenia
secuestrado a sus familiares. Desesperados por recibir noticias de sus seres
queridos, las familias pagaron muchísimo dinero a aquel hombre, pero poco después
descubrieron que todo había sido un engaño. El hombre fue arrestado. Había
dicho ser algo que no era y había causado mucha confusión y dolor.
La vida de los cristianos es como un anuncio que habla del
mensaje del perdón y de la vida nueva en Cristo. Queremos ayudar a otros a que
descubran esta maravillosa vida eterna. Como dijo Jesús, “la sabiduría de Dios
se prueba por sus resultados”; los cambios que implementa en nuestra vida, en
la de aquellos que le seguimos (Lucas 7:35).
Esto nos puede parecer un desafío un tanto difícil, ¿no es
cierto? Posiblemente porque somos muy conscientes de nuestra tendencia a vivir
para nosotros mismos y sabemos que no es fácil hacer lo correcto – pero ahora
Jesús está de nuestra parte. Él nos defiende (1Jn 2:1) cuando fallamos y
decepcionamos a Dios.
Recuerdo haber asistido a un campamento cristiano en donde por primera vez puse mi confianza en Cristo.
Me dije a mi mismo que siempre le sería fiel a Dios… y luego, al volver a casa
me encontré con un amigo, quien me preguntó dónde había estado esa semana.
Murmuré algo acerca de unas vacaciones con amigo, en vez de decirle la verdad,
porque tenía miedo y en ese momento, me importaba más su reacción que decir la
verdad. Todos los cristianos luchamos con este tipo de experiencias de vez en
cuando, pero ahora sabemos que no estamos solos en la lucha y es posible vivir
de una manera que refleja a Jesús; es posible “andar” como él “anduvo”.
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