¿Sabías que mientras que nuestra vida dura años, hay seres vivos que tan sólo viven unas horas? Otros que sólo viven días, o unas semanas. Su vida comienza, y en poco tiempo deja de existir. ¡Qué larga parece nuestra vida si la comparamos con la de ellos! Pero, ¿sabés qué? La Palabra de Dios nos dice en varias ocasiones que no es así.
Santiago describió nuestra vida como neblina que desaparece (Santiago 4:14), David como la hierba que florece y luego perece (Salmos 103:15-16), Job dijo que el hombre vive unos pocos y afligidos días (Job 14:1).
Nos cuesta pensar en esto muchas veces, ¿no? David le pidió ayuda a Dios diciendo: "Hazme saber, SEÑOR, el límite de mis días, y el tiempo que me queda por vivir; hazme saber lo efímero que soy. Muy breve es la vida que me has dado; ante ti, mis años no son nada. Un soplo nada más es el mortal, un suspiro que se pierde entre las sombras." (Salmo 39:4-5)
A nuestros ojos pareciera que nos queda mucho por vivir, que habrá tiempo y otra oportunidad más adelante para poder hacer esto o aquello, que no hay prisa; cuando, en realidad, de eso no podemos tener ninguna certeza.
En la Biblia encontramos la historia de Jonás. A este profeta Dios le había dado la orden de ir a predicar al pueblo de Nínive, y él se negó a hacerlo; decidió desobedecerle, y sufrió unas 'profundas' consecuencias (Jonás cap. 1). Al recapacitar y arrepentirse, Dios sin tardar lo llamó y le dio la tarea nuevamente, pero ésta vez, con un límite de tiempo...
"El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás, y le dijo: «Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir.» Jonás se puso en marcha y fue a Nínive, como el Señor se lo había ordenado. Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla toda había que caminar tres días. Jonás entró en la ciudad y caminó todo un día, diciendo a grandes voces: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!» (Jonás 3:1-4, DHH)
Jonás tenía cuarenta días para cumplir con su tarea; sabía que no había tiempo que perder, sabía que había un límite. Al ser consciente de esto, hizo lo que tenía que hacer.
¿Y nuestro límite? Sólo Dios sabe si nos quedan unos días, o meses, o años para seguir viviendo.
No podemos saber si mañana vamos a seguir teniendo las oportunidades que tenemos hoy, si seguirán estando las personas que están hoy, si mañana tendremos salud como la tenemos hoy, si seguiremos estando en los ambientes donde estamos hoy, si se va a volver a dar esa charla con una determinada persona... No lo sabemos. Pero sí tenemos que saber algo: que Dios nos está dando éste momento, éste día, éstas oportunidades para que las aprovechemos de la mejor manera.
Proverbios 3:27-28 dice:
"No niegues un favor a quien te lo pida, si en tu mano está el otorgarlo. Nunca digas a tu prójimo: «Vuelve más tarde; te ayudaré mañana», si hoy tienes con qué ayudarlo."
Entre todos los consejos sabios que encontramos en Proverbios, está el de aprovechar las oportunidades de hoy. ¡Vivir así, es vivir sabiamente!
Colosenses 4:5 - "Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno."
Efesios 5:15-17 - "Tengan cuidado de cómo se comportan. Vivan como gente que piensa lo que hace, y no como tontos. Aprovechen cada oportunidad que tengan de hacer el bien, porque estamos viviendo tiempos muy malos. No sean tontos, sino traten de averiguar qué es lo que Dios quiere que hagan."
¿Cómo estamos viviendo cada momento, cada día, cada semana... y nuestra vida?
¿Desaprovechando oportunidades?, ¿malgastando el tiempo?, ¿actuando de una manera que no es sabia ni agradable ante los ojos de Dios? Qué bueno sería que lo reconozcamos ante Él, y le pidamos ayuda para tomar decisiones diarias que nos ayuden a vivir sabiamente. Como escribió Moisés: "Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría." (Salmos 90:12)
Que Dios nos ayude a no desaprovechar oportunidades de hoy para compartir de Su amor, a no gastar el tiempo en cosas vanas, sino en lo que realmente vale: Él. Que nos ayude a valorar a quien tenemos a nuestro lado hoy y demostrárselo. Que seamos conscientes y no dejemos pasar las oportunidades para ser de bendición al que Dios puso en nuestro camino durante el día. Que si hoy tenemos el privilegio de servir a Dios, lo hagamos de la mejor manera. Pidámosle a Dios que nos ayude a vivir sabiamente! :)
Y "si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará..." Santiago 1:5
Te dejo una canción :) https://www.youtube.com/watch?v=luVCFyytVTE
"Hoy, una nueva oportunidad,
El ayer es pasado, el mañana es futuro
Y todo lo que tengo hoy es un día más
Para conocerte un poco más,
Para andar de tu lado
Agarrado a tu mano, sin miedo a este mundo
Y viviré cada día, como si fuera el último
Disfrutare cada día como el primero
Te entregare todo lo que soy cada mañana
De que sale el sol en mi ventana..."
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