viernes, 21 de febrero de 2014

MI PORCIÓN...



Vivimos en días en que para el mundo lo instantáneo es lo importante y lo que hay que esperar no tiene sentido. ¡Todo debe ser YA y AHORA!

Pero nosotros como cristianos solemos entrar en esta rutina, en esta carrera diaria. Y lo primero que nos pasa es que cambiamos lo IMPORTANTE por lo URGENTE…
Ya no nos parece necesario un devocional ¡tenemos cosas más importantes que hacer!
Ya no hablamos con Dios ¡Dios sabe lo que necesitamos!
Ya no nos congregamos ¡no hay tiempo ahora para eso!

Pero no es necesario que pase mucho hasta que empecemos a ver las consecuencias de esas decisiones, y sin dejar esta práctica queremos “acomodar” las cosas de alguna forma que no tengamos que dejar de hacer lo que estamos haciendo.

Pero entonces el enemigo se encargará de mostrarte que eres DÉBIL y que todos aquellos pilares que habías formado con esfuerzo con respecto a tu familia, tus amigos, tus ideales y hasta tu vida espiritual parecen ahora estar derrumbándose. El panorama se presenta aterrador.
Y en medio de todo esto, recordás quién y cómo es tu Dios…

Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,
porque nunca decayeron sus misericordias.
Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.

-          Lamentaciones 3:22-26

¡¡MI PORCIÓN ES JEHOVÁ!!
Lo único que me queda! En lo único que puedo volver a confiar! Quién renueva mis esperanzas y da VIDA donde hay huesos secos.
Su misericordia no se agotará y su fidelidad es GRANDE, no solo en tamaño si no en abundancia de calidad y cantidad.
¡Todavía no hemos sido consumidos! ¡Todavía Dios perdona, restaura y encamina! (Isaías 43:18-19)

VOLVÉ A BUSCAR LA SALVACIÓN DE DIOS, EL NO SE CANSÓ DE VOS (:


No hay comentarios:

Publicar un comentario