viernes, 7 de febrero de 2014

Lluvia


“Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno. Ezequiel 34:26”

Si hay algo que todos, a nivel mundial, estamos sufriendo ultimamente, es el famoso cambio climático. Los inviernos son más crudos, mucho más fríos de lo que eran antes y los veranos son sofocantes, increíblemente agotadores. Las épocas de sequía, se prolongan, días sin lluvia. Sin ese fresquito, ese olor a tierra mojada. Días sin poder observar el arco del pacto de Dios (arco iris). Días en que estamos cansados antes de siquiera levantarnos de nuestra cama.
Como también hay cambios climáticos mundiales, hay cambios antropológicos globales. Todas las personas del planeta, están a mil por hora, cansados, estresados, mal humorados. La mayoría, se olvida de Dios, y de todas las cosas buenas que nos regala día a día. Vivimos en el mundo del consumismo, en que cada día queremos más y más, y le ponemos la palabra “necesidad” adelante de cualquier frase.

En la Biblia, encontramos este pasaje en el libro de Ezequiel, capitulo 34, versículo 26, en el que Jehová, habla a través de este profeta, y nos dice que, las tierras de alrededor de la colina van a ser una fuente de bendición y que en el tiempo más oportuno, Él, va a dejar caer lluvias de bendiciones. Lo que me gusta de este versículo son varias cosas. Primero que nada, muchos lugares del mundo sufren consecuencias graves con estos extremos del clima (sequía, inundaciones, golpes de frio/calor), y esperan muchas veces que Dios obre rápidamente para que las consecuencias no sean de lo peor. En segundo lugar, este pasaje me hace acordar a las personas, en general. Cuantas veces estamos en malos momentos y esperamos que algo, por lo menos, algo, nos salga bien y disfrutemos de bendiciones. Si sigo analizando, descubro una tercer cosa que me gusta de lo que acabamos de leer, Dios sabe en que momento son oportunas las bendiciones, y  va a permitirlas en el momento apropiado. Ni antes, ni después. Recordemos que Dios tiene planes de bien para con nosotros (Jeremías 29:11), y sabe a la perfección por cada cosa que pasamos en esta vida, en el día a día. Por todas estas cosas que dice este versículo, y por las otras tantas que podemos seguir descubriendo, te invito a que esperes la lluvia de bendiciones que Dios te tiene preparadas, con muchas ansias. Pero no desesperes, porque los planes de Dios para tu vida, no van a tu ritmo, sino al de el Creador del Universo. 
Dios te bendiga.

Escrito por: Laura Degiorgio

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