“Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una
fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno.
Ezequiel 34:26”
Si hay algo que todos, a nivel mundial, estamos sufriendo
ultimamente, es el famoso cambio climático. Los inviernos son más crudos, mucho
más fríos de lo que eran antes y los veranos son sofocantes, increíblemente
agotadores. Las épocas de sequía, se prolongan, días sin lluvia. Sin ese fresquito,
ese olor a tierra mojada. Días sin poder observar el arco del pacto de Dios
(arco iris). Días en que estamos cansados antes de siquiera levantarnos de
nuestra cama.
Como también hay cambios climáticos mundiales, hay cambios
antropológicos globales. Todas las personas del planeta, están a mil por hora,
cansados, estresados, mal humorados. La mayoría, se olvida de Dios, y de todas
las cosas buenas que nos regala día a día. Vivimos en el mundo del consumismo,
en que cada día queremos más y más, y le ponemos la palabra “necesidad”
adelante de cualquier frase.
En la Biblia, encontramos este pasaje en el libro de
Ezequiel, capitulo 34, versículo 26, en el que Jehová, habla a través de este
profeta, y nos dice que, las tierras de alrededor de la colina van a ser una
fuente de bendición y que en el tiempo más oportuno, Él, va a dejar caer
lluvias de bendiciones. Lo que me gusta de este versículo son varias cosas.
Primero que nada, muchos lugares del mundo sufren consecuencias graves con
estos extremos del clima (sequía, inundaciones, golpes de frio/calor), y
esperan muchas veces que Dios obre rápidamente para que las consecuencias no
sean de lo peor. En segundo lugar, este pasaje me hace acordar a las personas,
en general. Cuantas veces estamos en malos momentos y esperamos que algo, por
lo menos, algo, nos salga bien y disfrutemos de bendiciones. Si sigo
analizando, descubro una tercer cosa que me gusta de lo que acabamos de leer,
Dios sabe en que momento son oportunas las bendiciones, y va a permitirlas en el momento apropiado. Ni
antes, ni después. Recordemos que Dios tiene planes de bien para con nosotros
(Jeremías 29:11), y sabe a la perfección por cada cosa que pasamos en esta
vida, en el día a día. Por todas estas cosas que dice este versículo, y por las
otras tantas que podemos seguir descubriendo, te invito a que esperes la lluvia
de bendiciones que Dios te tiene preparadas, con muchas ansias. Pero no
desesperes, porque los planes de Dios para tu vida, no van a tu ritmo, sino al
de el Creador del Universo.
Dios te bendiga.
Escrito por: Laura Degiorgio
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