lunes, 23 de julio de 2012

No minimizando y estimando

Muchas veces cuando nos toca pasar por momentos dificiles en nuestra vida, op nos toca enfrentar gigantes, desde un primer momento podemos pensar que la situación nos supera o es algo muy dificíl para nosotros, y en muy pocos casos las personas ven a Dios acompañandolos, lo cierto es que las dificultades y los gigantes son grandes, y si bien Dios es grande no debemos minimizarlos, y mira esta historia: (2ª reyes 6:8-23) El profeta Eliseo ayudaba a Israel a no caer en las enboscadas de los Sirios, a tal punto que el rey de Siria se canzó y mandó todo un ejercito de centenares de soldados y carros para que encuentren a Eliseo y lo maten. Y así fue, de noche llego este gran ejercito con gente de a caballo y carros, sitiando la ciudad ¿Te lo imaginarias? Todo el FBI, tanques de guerra, autos blindados y hasta un helicoptero ¡buscandote para matarte! Estó feu de noche, a la mañana siguiente cuando Guiezi el criado de Eliseo, salio afuera, vio todo este enorme ejercito y se asustó, entonces fue con Eliseo y le dijo: ¿qué hacemos?!. El pibe se había levantado a desayunar y mientras se preparaba el cafecito, abrio la ventana y vio todo ese depliegue buscandolos, ¡y no tenía salida! yo también me hubiera asustado.. Pero el gran profeta le dijo: No tengas miedo porque son más los que están con nosotros, que los que están con ellos. En ningun momento Eliseo minimizó al enemigo, sino que vio realmente a Dios y en la comparación resultó esto: v.17 "Entonces Eliseo oró: «Oh SEÑOR, ¡abre los ojos de este joven para que vea!». Así que el SEÑOR abrió los ojos del joven, y cuando levantó la vista vio que la montaña alrededor de Eliseo estaba llena de caballos y carros de fuego." Cuando leía este versiculo, se me venía a la mente la canción: Abre mis ojos oh Cristo, y ahora la puedo entender, y no quiero minimizar los problemas, quiero ver como Eliseo la majestad y el gran poder de Dios que son más grandes que cualquier dificultad, y así descansar en su companía. Te animó a que le digas a tus problemas lo grande qué es tu Dios.

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