jueves, 12 de enero de 2017

Celebración sin fin

El escrito Richard Foster, escribió "El estar libre de la ansiedad y la preocupación es el fundamento de la celebración. Como sabemos que Dios tiene cuidado
de nosotros, podemos echar todas nuestras ansiedades sobre él. Dios ha cambiado nuestro lamento en baile"




Estamos inmersos en una realidad donde el sistema cultural maneja muchas veces nuestros deseos, nuestras felicidad y que fundamenta ésta última, en que depende de lo
que abunda a nuestro alrededor, de lo que podemos poseer, y así llenarnos, callar nuestros deseos. Cuando en realidad no nos llena lo mucho que ganemos en un trabajo, ni la cantidad de personas que nos rodeen, etc.
Entendemos que es algo simple decir "lo importante esta en cada uno de nuestros corazones" pero que es difícil de ver en personas que se llenan la boca de
comentarios depresivos respecto al futuro, quejas, criticas y uno se haya tentado a huir de aquellos. Sin importar la circunstancia en la que se encuentra, estas personas encuentran siempre algo de qué quejarse.

PARA EL AFLIGIDO TODOS LOS DÍAS SON MALOS; PARA EL QUE ES FELIZ SIEMPRE ES DÍA DE FIESTA. Proverbios 15:15 (NVI)

El autor de proverbios nos señala que la alegría de vivir no tiene nada que ver con lo que tenemos, sino que la posibilidad de ver la vida con gratitud y alegría viene de una realidad que se ha instalado en la profundidad de nuestro corazón, y que no hay circunstancia que la pueda desalojar.
--Por ello el corazón alegre siempre encuentra motivos para celebrar, aun en medio de las circunstancias mas adversas. 
--El afligido puede encontrarse en una realidad envidiable e igualmente estar atento solamente a lo que le desagrada.

Me deleito mucho en el Señor;
me regocijo en mi Dios.
Porque él me vistió con ropas de salvación
y me cubrió con el manto de la justicia.
Soy semejante a un novio que luce su diadema,
o una novia adornada con sus joyas. Isaias 61:10

¿Cómo cultivar esta actitud?
>>Esta actitud no tiene otro origen que la certeza de que Dios está presente siempre, obrando en cada circunstancia y procurando lo mejor para mi vida.
>>La persona de corazón alegre ve la bondad de Dios en todos lados, y esto motiva a ofrecer continuas expresiones de gratitud y gozo.
>>Lo que necesitamos, es recuperar una perspectiva celestial de la vida. Esto será posible si haces de la celebración una disciplina que contrarreste el espíritu de queja y crítica tan prevaleciente la cultura de nuestro tiempo. 

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Filipenses 4:4 (NVI)

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