sábado, 14 de enero de 2017

Auténticamente raro



El tener una identidad es uno de los mayores deseos de las personas. El poder ser alguien, el ser reconocidos por algo.
Sin embargo, hay algunos que no debemos preocuparnos por encontrarla. Ya fuimos nombrados y sellados.

¡Miren! Dios el Padre nos ama tanto que la gente nos llama hijos de Dios, y la verdad es que lo somos. Por eso los pecadores de este mundo no nos conocen, porque tampoco han conocido a Dios.
1 Juan 3:1 TLA

Gracias a Dios tenemos la mejor identidad de todas, la eterna y celestial.
Pero pareciera ser que la segunda parte de este versículo no es muy alentadora. Y es que si somos auténticos hijos del Padre de los cielos no debemos asombrarnos de que otros no entiendan nuestro modo de vida e incluso en ocasiones la rechacen.


Mis queridos amigos, no se extrañen si los pecadores de este mundo los odian.
1 Juan 3:13 TLA

El ser sus hijos no implica que va a ser fácil seguirle pero sin duda es posible con la ayuda del Señor.
Una vez escuché a un predicador decir que es mejor padecer por el bien estando en la presencia de Dios, que padecer por el pecado y morir solos.
¡Qué bueno sería poder sufrir por el Señor sabiendo que eso conlleva a la paz terrenal y eternal y no al dolor!

Esta identificación con el Padre es visible si es real ¿Y cómo saber si es verdadera?

Podemos saber quién es hijo de Dios, y quién es hijo del diablo: los hijos del diablo son los que no quieren hacer lo bueno ni se aman unos a otros.
1 Juan 3:10 TLA

Deben reconocernos por nuestros ACTOS de AMOR, deben notar que nos esforzamos en amar (vrs 3). Pero no con la clase de amor de este mundo.

Pero nosotros sabemos lo que es el amor, porque Jesucristo dio su vida por nosotros. Así también nosotros, debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos en Cristo.
1 Juan 3:16 TLA

Debemos amar tal como Jesús. No implemente con un sentimiento, sino con una decisión y muchas veces de forma inmerecida.

Ojalá puedan reconocer en nosotros una identidad genuina, un amor revolucionario que venga de los cielos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario