viernes, 16 de octubre de 2015

Un corazón dispuesto


   Si hay algo apasionante de La Palabra de Dios es cómo con la guía del Espíritu Santo nos habla incluso a través de historias que conocemos hasta de memoria, según el momento que estamos atravesando.
Hoy quiero compartirles sobre la historia de quien fue mujer de Isaac, y de cómo su siervo      Eliezer la hayó. Tiempo atrás les compartí sobre la oración de Eliezer para este mismo momento, pero hoy vamos a centrarnos en Rebeca: Génesis 24:1-28

"Entonces el criado corrió hacia ella y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano y le dio a beber. Y cuando acabó de darle de beber dijo: También para tus camellos sacaré agua. hasta que acaben de beber. Y se dio prisa y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos." (Versículos 17-20)

  Si no pudiste leer toda la porción te animo a que lo hagas en cuanto puedas, pero voy a ubicarnos en el momento. Este criado oró a Dios y pidió que quien le dé de beber a él, cuando él se lo pidiese sea la mujer que deba ser esposa de Isaac, su amo.

   Lo  que rescato hoy de esta historia es la actitud de Rebeca, quien ejemplifica lo que debiera ser nuestro corazón a la hora de servir. 
  • Gustoso: Al momento en que Eliezer le pidió agua, ella demostró "buena gana" al hacerlo, respondió sin queja, sin murmullo, respondió con amor y una actitud servicial. "Bebe señor mío; y se dio prisa ..." No esperó otra oportunidad, ni otro momento, lo hizo al instante que se lo pidieron. ¿Cuántas veces dejamos pasar los quehaceres, lo que nos corresponde hacer en nuestro hogar, el favor que prometimos a un amigo, con lo que nos comprometimos en el ministerio donde servimos, en el trabajo grupal de la facultad o el colegio? 
  •  Dispuesto: No se conformó con cumplir con lo que debía hacer o lo que le pidieron, hizo más. Ofreció más de lo que le pidieron y ¡Tampoco tardó en hacerlo! Ni esperó a que se lo pidieran. Muchas veces esperamos a que nos pidan lo que sabemos que hace falta hacer, no nos comprometemos sino hasta que no nos queda otra. Y cuantas veces ni aún cuando nos piden, hacemos "mas de lo que nos corresponde".
  • Responsable: Una vez que ofreció, y se dio prisa a cumplir con lo que prometió, LO TERMINÓ. No le dio de comer a un camello, a dos o a la mitad de los camellos. Le dio de beber a LOS 10 CAMELLOS que Eliezer llevó consigo. No era lo que le correspondía, con dar de beber a quien pedía ya era suficiente prueba de hospitalidad, además...¡10 camellos! ¿Te imaginas lo que es darle de beber a 10 animales que no sólo beben para saciarse sino que retiene cada uno de ellos 100 litros de agua? Un trabajo  verdaderamente costoso, pero ella fue responsable y esforzada, cumplió con su trabajo, por más difícil que haya sido. ¿Cuántas veces  no nos animamos a tomar el trabajo difícil? Elegimos lo más fácil para hacer, lo que lleve menos tiempo, menos esfuerzo, total... ¡No es el buen ejemplo que Dios nos deja en Su palabra! ¿Cuántas veces hemos hecho algo "así nomas"? No estamos dando lo mejor a Dios.
    Por último y creo que es el más importante y la virtud que si está presente en cada cosa que hacemos, conlleva todo lo anterior:
  •  Desinteresado: Rebeca no sabía que Eliezer buscaba mujer para Isaac. Ella actuó de ese modo sin buscar un premio, una paga o un beneficio propio. Lo hizo de corazón, demostrando su pureza y bondad. Sin que nadie más que Eliezer la viera, no buscando su aprobación ni la de nadie más. Qué sería de nuestro alrededor si demostráramos siempre en cada ámbito esta virtud que todo hijo de Dios debemos tener!
    Somos seguidores de Cristo, imitadores, no sólo Dios nos dejó un ejemplo en Rebeca, sino que el mismo Salvador del mundo sirvió con estas virtudes. Jesús no era quejoso, no se molestaba en realizar los milagros que pedían. No sólo curaba ese mal que ellos pudieran tener, sino que dio a ellos también salvación en ese mismo instante, no buscó gloriarse en cada uno de sus milagros y actos de servicio sino que SIEMPRE DIO GLORIA A DIOS PADRE por todo. Inclusive al momento de morir por cada uno de nosotros, pudiendo buscar su beneficio personal, usar su fama y poder para gloriarse de sí mismo, cumplió la Voluntad del Padre, DIO su vida, sin que nadie se lo pida. 
   Animémonos a mostrar un corazón que sirva gustoso, dispuesto, responsable y des interesadamente, recordemos lo que Jesús dijo: 

"y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos." Mateo 20:27-28
   
   Dios se complace de un corazón que no es mal intencionado, no busque beneficio propio, haga lo que le corresponde y más sin quejas ni mala gana, DIOS CONOCE NUESTRAS INTENCIONES, las más íntimas y secretas. Sólo busquemos agradarle, SERVIRLE A ÉL a través del servicio a los demás, sólo por AMARLE. Él se encarga del resto. 

Sigamos a Jesús también con nuestro modo de servir.

Dios bendiga tu servicio, en todo tiempo y todo lugar. 





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